Síndrome de resignación (Vol.3)
Este contenido ha sido elaborado por niños albinos filipinos escapados del sótano de una fábrica de jeans.
Índice
- Tips para publicar tu primer libro en Bolivia
- Filosofía Sexy
- Deconstruyendo convivencias ¿Cómo nos relacionamos con el otro?
- Tengo Corona Virus ¿Qué hago?
Tips para publicar tu primer libro en Bolivia
Señor, señora, joven, señorita, sí, usted que guarda en su corazón el deseo de ver su nombre en el libro al que le ha estado dedicando tanto tiempo y trabajo. Aquí los niños filipinos le traemos algunos consejos básicos para facilitarle el camino que puede tomarle la vida entera (o el suicidio literario) para que logre publicar su primer libro.
- Huya de la autopublicación: Este es el primer impulso de cualquier escritor amateur, juntar sus ahorros, pedir prestado y como quien hace una ofrenda, dejarlo todo en la imprenta esperando que las cajas llenas de libros que recibirá una semana después, le deparen algo diferente a la absoluta indiferencia de lectores que nunca tuvo. La mamá y los hermanos aguantarán, como mucho una vez, recibir ese libro como regalo; luego viene el bullying (bien merecido) o peor aún, la solicitud de alguna tía en la cena de navidad: “Que el Pepito nos lea su libro”. Ahórrese bochornos innecesarios.
- Ponga toda y ninguna esperanza en su participación en concursos literarios. Ganarse un concurso literario puede ser un camino fácil a la publicación, pero cuidado escritor incauto, la maldición de los ganadores de concursos literarios puede caer sobre ti: ¿Qué? ¿No sabes cuál es esa maldición? ganas el concurso, publican tu libro, una entrevista aquí, otra allá, por ahí un prende ocasional gracias a conversaciones y farras extra literarias posteriores y luego: ¡PUM!. el fin de tu carrera en las letras. Si la lista de ganadores de concursos está plagada de gente que nunca más volvió a escribir. Publicar el primer libro es difícil ¡te imaginas cómo es la cosa con el segundo!
- Si tienes cualquier otra cualidad, úsala: facilidad para los chistes, buena conversación, memoria privilegiada a lo Oscar Galdo, etc. Seguro una de ellas puede captar el interés de un editor mejor que tu escrito. Si eres mujer también puedes usar sonrisas tímidas y enigmáticas, movimientos de tu cabellera larga y si no fuiste favorecida con gracias físicas de la madre naturaleza, no dudes decir que escribes con tintes gore o narrativa erótica, eso siempre funciona.
- Asiste a todo evento literario que te sea posible. Incluso a los eventos de “periodistas narrativos”, te puede servir igual, lo importante es hacerse ver. ¿Qué es eso de que tu libro hable por ti? No. La participación en redes es igualmente clave: tik tok, Ig, Fb, etc. mantente al día con la foto de perfil siempre enigmática y casual (te recomendamos sombras, humo y un libro por ahí). Casi podemos escucharte decir: “Pero si Urrelo publica y no tiene redes, entonces yo podría ….” ¡tú nada!, ¡tú nada!
- Novena a San Judas Tadeo, santo de las causas perdidas. No subestimes los poderes del más allá. Todo vale para alcanzar tu objetivo. Júntate con los que saben aquí.
Si nada de esto te funciona: sigue escribiendo y ten hijos, ya ves a Lucía Berlín, uno nunca sabe.
Filosofía Sexy
El encierro nos ha puesto a todos a pensar. Nada como encerrarse con los seres queridos como para desear el caos y la muerte. Para todos los que se espantan con estas oraciones les dejamos un link a un didáctico libro sobre anarquía y su consiguiente explicación del valor del caos, el ocio y la individualidad. Traducido también anárquicamente Disfrútalo.
Una regla es para romperla aquí
Deconstruyendo convivencias ¿Cómo nos relacionamos con el otro?
En estas semanas de encierro, muchas personas han tenido que convivir más de lo necesario con parientes, amigos o incluso amantes. Lo que parecía una experiencia divertida acaba convirtiéndose en una pesadilla, donde no son pocas las personas que simplemente colapsan y entran en crisis agudas que no parecen tener solución. Ante estos problemas ya han surgido algunas respuestas.
- Sobrencierro. Para esta opción asegúrese de proveerse una o dos botellas de su bebida alcohólica favorita, un buen reproductor de música y varios muebles para bloquear la puerta de su cuarto por dentro. El truco reside en escuchar la música a mucho volumen mientras se bebe todo el alcohol y hace trizas su colección de osos de peluche. Si en algún momento oye un estruendo en la puerta, será la policía que la viene a llevar preso. Conclusión: Será removida a otro ambiente donde estará hacinado con más personas en menos metros cuadrados. No siempre se gana.
- Bendito clonazepam. Se atraen más moscas con miel que con hiel. Así reza el dicho y tiene mucha razón. Desmenuze una o dos pastillas de clonazepam en la bebida de su compañero de turno, finja una charla casual donde usted está prestando toda la atención del mundo a las respuestas interesantes de su interlocutor. Tenga paciencia. Al cabo de treinta a cuarenta y cinco minutos, ese despreciable ser humano con el que le tocó convivir estará durmiendo por un lapso no menor a las diez horas, mismas que usted puede utilizar para relajarse -en la medida de lo posible- y dedicarse el tiempo que necesita. En caso de querer “silenciar” a hijos o sobrinos, reduzca un poco la dosis, no vaya a ser que se le vaya la mano y le acusen de otros crímenes. ¡Válgame dios!. Conclusión: este es un modelo eco friendly en el que todos salen ganando. No hay perdedores. ¿Qué está esperando?
- Conversaciones profundas. Hable, dialogue, abra su corazón con el otro, déjele entender por qué lo detesta y ya no lo soporta más; dígale que toda su relación fue una mentira y que la bendita cuarentena ha coadyuvado a quitarse el velo de la tolerancia. De seguro la otra persona también tendrá su versión de los hechos, pero eso no importa. Haga oídos sordos a sus argumentos. No valen la pena. Conclusión: Ambas personas mejorarán la convivencia casi automáticamente, además de participar en divertidos juegos, como por ejemplo el clásico “¿estará envenenado el vino?” o el siempre interesante “¿Qué es ese ruido en la noche?”
Tengo Corona Virus ¿Qué hago?
Tarde o temprano le va a tocar. Haga lo que haga no podrá escaparse; el problema del Coronavirus parece residir en la no aceptación del asunto sumado a las noticias y películas que parecen tener como fin practicarle una lobotomía con cuchara y tenedor.
Basta de angustiarse, basta de ir al mercado más cubierto que una momia. Simplemente resígnese a contraer el virus. Analice su vida y de seguro encontrará varios pasajes donde usted se salió con la suya en desmedro de los demás. Usted es una persona horrible -empiece a darse cuenta de eso- y ha llegado el momento de saldar cuentas. Una vez que ha aceptado la situación, el panorama empezará a mejorar, de eso no hay duda. Proponemos algunas estrategias para ese momento catártico.
- Practique yoga. Invente nuevas poses, total a quién le importa. Es más, usted puede bautizarlas según su estado de salud: la pose del estornudo, la del agonizante o la calma del muerto. Asegúrese de subirlo a su canal de Instagram, se irá al otro mundo con cientos de likes.
- Cocine. Logre que sus últimos días sea elaborando los platillos más exquisitos del paladar, desde ensalada de lechugas hasta arroz con atún. Conviértase en el gourmet que siempre quiso ser. Al igual que en el punto anterior, no deje de compartir sus experiencias en su red social favorita.
- Realice lecturas de poesía al atardecer, haga presentaciones on-line demostrando sus habilidades para el verso y la declamación, puede acompañar las mismas con una pequeña performance impactante, la del moribundo por ejemplo.
- Provéase de un litro de gasolina y báñese en la misma con lenta y profunda calma. Si usted va a morir, no querrá que su cuerpo sea trasladado de una funeraria a otra como un simple saco de papas; por lo tanto empaparse en el líquido combustible quizás sea la mejor opción. Cuando sienta que es el momento de partir al más allá, encienda un cigarrillo, disfrute de las llamas acogedoras, sienta cómo lo abrazan cálidamente. El departamento de salud le estará agradecido por la autocremación realizada.
Estas son algunas de las sugerencias, de seguro habrán más; pero cualquiera sea la opción; hágalo sonriendo, incluso si tiene que utilizar los dedos para forzarse una mueca en ese demacrado rostro. Ame la vida, mágico don que nos ha sido otorgado. No se deje desanimar.
Namasté.
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