Síndrome de resignación (Vol. 8)
Este contenido ha sido elaborado por niños albinos-filipinos escapados del sótano de una fábrica de jeans.
Índice
-Sobre la antología “Pero mis brazos insisten en abrazar el mundo”
-Filosofía Sexy: Las virtudes de la ira
-Canción Sugerida: Cousins - Vampire Weekend
-¿Qué sucede en Beni?
-No te quedes en casa
Sobre la antología “Pero mis brazos insisten en abrazar el mundo”
Sí señores, los niños filipinos hemos dejado de hacer jeans para escribir una reseña del libro recién salidito del horno de la Editorial Tata Danzanti. Eso sí, ni tres cuarentenas seguidas alcanzan para leer las cuatrocientas páginas (sí, leyó bien: 400 páginas!!) de dicha antología. Seguramente allá por el 2058, cuando los ojos humanos hayan sido intervenidos por injertos alienígenas, esta antología tendrá la longitud adecuada para una cuarentena.
Pero no hemos dejado que esto nos achicopale.
Comencemos por la tapa, sin duda la mejor participación de esta Antología es la de Adda Donato con “Momento Azul”. Una ilustración poderosa, evocativa y llena de vitalidad. Esperaríamos a este punto que la presentación sea de la misma talla de su portada pero leemos con decepción que está escrita con la corrección política de Anabel Angus. “Construir un lugar más propicio, menos individualizado”,“aportar desde el arte”. Amigos, no, de una editorial Alteña esperamos como mínimo ñeque, fuerza, invitación a un preste desenfrenado, irreverencia, la pujanza de compartir vasos en plena cuarentena desafiando todas las leyes del orden público, sanitario y de la sociedad toda. Para quedarnos en casa tenemos miles de influencers con hashtags melosos. ¿Acaso el Tata Danzanti no es el que baila hasta morir?
El verso de Pizarnik que da nombre al libro tiene su belleza, pero con esa presentación adquiere unos toques de “ternura por el mundo” que los niños filipinos despreciamos. Recordamos, con nostalgia, el “día del odio” promovido por un colectivo con nombre de cuadrúpedo que pareciera estar inactivo ahora, fagocitado por el Socavón, la fama de poetas de sus miembros, el carnaval o el corona virus.
Pero no vivamos del pasado, continuemos.
La antología arranca con el cuento de Claudia Andrea Michel Flores, (quien pone sus dos nombres y apellidos a lo Televisa). Si el cuento titula Rabia y tiene por protagonista a un chico, su padre y un perro, desde ahí ya todos sabemos que habrá una mordida. El cuento es fluido pero se concentra en la relación padre-hijo, un tema ganador para ofrecerlo a una editorial con demasiada testosterona entre sus integrantes.
Pero sigamos, uno termina el primer cuento y ya se entrega de lleno a buscar el índice porque sabe que no va a leerse todo el libro. De los autores no bolivianos los niños filipinos sabemos nada, las biografías resultan engañosas y queremos evitarnos la fatiga de hacer infinitas búsquedas en Internet. Eso sí, hacemos un reclamo formal a la editorial por no incluir textos de autores de Trinidad y Tobago, Curazao y las Guayanas, ellos también son américa latina y son los únicos países faltantes (Ah! tampoco están San Cristobal y Nieves, ni las Islas Sandwich, punto en contra).
Entre los cuentos tenemos, por supuesto, aquellos de los autores miembros de la editorial, con sus puntos altos y bajos. Tristemente tampoco en este volumen encontramos nada de Rodrigo Villegas, (no el cantante) el integrante de la Editorial que además de tener la desgracia de ser homónimo de cierto cantorcillo, nunca lo publican ni en su editorial. Los niños filipinos exigimos justicia para Rodrigo Villegas (no el cantante).
De la selección boliviana felicitamos la participación de los miembros del jet set, que siempre le dan glamour al asunto. El resto de los cuentos los comentaremos oportunamente el 2058 cuando terminemos de leer esta antología.
Por ahora baste decir que los niños filipinos recomendamos esta lectura para esta y todas las cuarentenas del futuro.
Filosofía Sexy: Las virtudes de la ira
En una sociedad tan traumada como la boliviana, en la que las festividades religiosas en honor a virgencitas están seguidas de sendas borracheras y lujuriosos afters, donde a los niños se les obliga a hacer la primera comunión, con una preparación de un año de catequesis, y al mismo tiempo que se les alienta a ver superhéroes con serios problemas de personalidad como Batman (que con la muerte de sus padres decide agarrar a palos a todos dilapidando su fortuna) o Superman (que cree que con un par de lentes tiene un “gran” disfraz) no podemos esperar menos que individuos descontrolados o al menos tendientes al caos y al desorden.
Grandes virtudes que ahora mismo vemos mermadas. Aceptamos todo de callados. Enojarse, tener arranques de ira, patear puertas son bellas costumbres que se están perdiendo en nuestros días. Todos nos indican que el sosiego, la actitud zen son grandes ideales, pero ¿dónde está Gandhi ahora señora? Bien muerto. Señora, no deje de leer, acompáñenos a analizar las grandes cualidades de la ira y sus matices.
Usted sabe que eso que le dice el cura que es un pecado capital tiene grandes resultados cuando llega su hijo borracho y usted lo agarra a cinturonazos. Los filósofos que parecen vivir en las nubes también se han puesto a pensar en estos temas. Acompáñenos a ver esta iracunda historia de la mano de Marvel y Hulk acá
Canción Sugerida: Cousins - Vampire Weekend
No solo la canción, también el video de la misma son para disfrutarlos un buen rato. Con un frenético redoble de tambores y esos rasgueos de guitarra violentos, el tema nunca para en su adrenalina. Es como estar atrapado para siempre en un loop de tobogán. Un día de la marmota pasado de anfetaminas. Puro porrazo y ritmo. Te tiras al piso, te vuelves a parar. “Me and my cousins and you and your cousins / It's a line that's always running / Me and my cousins and you and your cousins / I can feel it coming” No significa nada, tal vez un llamamiento a que tu traigas lo tuyo y yo lo mío, y nos agarremos en una batalla campal. ¿Un mensaje velado al gobierno? ¿A nuestra querida policía?. Tal vez significa eso o tal vez los Vampire Weekend solo hablaban de que nos juntemos todos y hagamos una gran fiesta, armemos un par de bombas y las arrojemos a la casita verde más cercana. Nunca lo sabremos.
Podemos sentir lo que viene.
El video, como mencionábamos al principio no tiene desperdicio, esa idea del loop se ve reforzada viendo a la banda ser llevada por una plataforma ―en repetidas ocasiones― a lo largo de una de las calles de la ciudad de México, donde se filmó el video. Mixtura y el golpes miles a la caja, el sonido de las guitarras acelerando máximo, subiendo por el mástil de las escalas. Velocidad y más velocidad. Que ya nadie les dé café a estos chicos por favor. Mira el video aquí
¿Qué sucede en Beni?
Ante el avance implacable del virus, la debacle parece cernirse sobre todas las ciudades del país, por no hablar del mundo; sin embargo existe un lugar que hasta ahora ha sido inexpugnable para el virus. El departamento del Beni no tiene registrado hasta ahora ningún infectado por el Covid-19 amén de muertos (N. de la R. al día de hoy registra un infectado y un muerto). Entonces nos preguntamos ¿Qué demonios sucede allá? Después de consultar con expertos en la materia se obtuvieron las siguientes hipótesis:
-Beni fue el primer departamento donde llegó el corona virus, lo que pasa es que no se tenía reactivos, tampoco personal de salud y mucho menos medios de información; por lo que todos sus habitantes ya habrían fallecido hace mucho tiempo.
-Beni vive en el imaginario de la población. En realidad este departamento nunca existió, es solo una leyenda, como la Atlántida o el Gran Paitití. Nadie lo ha visto en realidad o se tienen datos inexactos sobre su localización y por lo tanto es imposible que el Covid-19 haya llegado hasta allá.
-Se estima que la flora y fauna han cobrado poderes sobrenaturales debido a algún agente radioactivo, han aniquilado con todo rastro de humanidad. Lo que queda ahora, son cuerpos humanos empleados como títeres mediante finísimas lianas controlados por motacúes y jaguares. “Estamos bien, aquí no pasa nada, no vengan por favor” es el mensaje que nos llega de esa región. Se tiene información que cualquier intento de invasión de ecologistas neo hippies ha sido repelida con extrema violencia, por lo que recomendamos a nuestros queridos hijos de las flores, abstenerse de ir por esos lugares si no quieren que les rompan el ojete.
-Los habitantes de Beni tienen contacto extraterrestre. Según recientes informes desclasificados de la CIA, se tienen datos que los alienígenas ancestrales tienen su centro de operaciones en el área donde se encuentra este departamento. Se presume entonces, que los seres de otro planeta usaron su rasho láser para blindar al Beni. Al igual que en el anterior punto, se recomienda a los hijos de las flores no intentar viajar a dicho lugar. Por el bien de su ojete.
No te quedes en casa
No te quedes en casa, sal el día que te toca y también los otros días. Camina un buen rato con los audífonos puestos, busca alguna tienda que venda cerveza o vino. Inventa una excusa si la policía te atrapa: “mi no entender español” “¿qué ser cuarentena?”. Por otro lado, no es necesario que hagas nada productivo, es lícito quedarse en cama totalmente desconsolado por días y días. No hagas ejercicios, te ves ridículo realizando polichinelas triples en tu casa. No tienes que leer los trescientos libros que dices tener, primero porque no los tienes y segundo porque con todo el ruido en tu cabeza es difícil que logres concentrarte. No hagas videoconferencias de ningún tipo, a nadie le interesa verte por una pantalla ―tal vez a tu abuela sí, pero ella ya no ve bien, así que es lo mismo―. No aplaudas a los que cantan, porque mientras lo hacen dejan de lado su verdadera obligación que es dar seguridad a la ciudadanía. No creas que de esta salimos todos, basta de esa falsa solidaridad porque es seguro que cuando mejoren las cosas todo el mundo intentará pasar por encima del otro. Y sobre todo bájate de tu sillita narcisista buena onda políticamente correcta. Muérete de una vez.
Afronta tus sentimientos sin temores. Vibra con el universo.
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