Síndrome de resignación (Vol. 4)


Este contenido ha sido elaborado por niños albinos-filipinos escapados del sótano de una fábrica de jeans.

Índice
  • Sobre Reconstrucción de Rodrigo Urquiola
  • Canción sugerida: In heaven - Pixies
  • Filosofía sexy
  • ¿Qué nos depara el futuro? El mundo después de la cuarentena
  • Tips: ¿Cómo ser un emprendedor en tiempos del Covid-19?

Sobre Reconstrucción de Rodrigo Urquiola

Los niños filipinos somos temerarios y queremos sentir el vértigo de la muerte, por eso venciendo el miedo al linchamiento que esta reseña puede acarrear, hablaremos de la novela “Reconstrucción” de Rodrigo Urquiola Flores.


Primero lo primero: El libro tiene demasiados felinos para ser escrito por un bolivarista. ¿Estamos ante un stronguista reprimido? No solo a lo largo de la historia aparece un jaguar, animal cargado de significados, sino que luego algunos creen que es un puma, otros un gato montés, a ratos también se parece a una mujer. El punto es que un felino está merodeando todo el tiempo, casi se puede sentir su ronroneo mientras se lee, aunque solo sea un cuero cubriendo la espalda de un excombatiente delirante o sirva de único camastro para amantes ocasionales. Si crees que esto es una exageración basta con ver la tapa, la solapa y la última hoja donde hay imágenes de felinos. El propio autor aparece en su foto de presentación con un jaguar de fondo. Aquí hay gato encerrado, ¿o no?

Por respeto al público lector no vamos a emplear adjetivos trillados (para eso están los comentaristas deportivos), que siempre se usan a la hora de escribir reseñas, aunque sí es cierto que ésta es una novela “coral” y que las historias se “entrelazan”. Urquiola logra poco a poco convertir el relato en un bucle que alcanza la tan ansiada “circularidad” de la historia, consiguiendo ser un todo “redondo” y “sólido”. (¡Suéltame Fermín Zabala, suéltame!).

Reconstrucción no es un libro apto para quienes tienen vértigo, todos los personajes importantes están lanzándose al vacío, viendo buses que se tragan los precipicios o subidos a ramas de árboles, a punto de caerse. El autor aprovecha cualquier oportunidad para lanzar a sus personajes hacia el abismo y justo cuando uno piensa “este sí se muere”, eso no pasa.

Todos caen en algún momento y todos viajan, escapan del horror, de la guerra o van en búsqueda de su padre. Nadie se queda quieto. Sin embargo el común denominador de los personajes clave es que todos, hombres y mujeres, abandonan hijos por igual (punto para la equidad de género).

En la novela nunca pasan cosas sencillas, por ejemplo en una escena Hilda está viendo el atardecer pero Urquiola dice: “Cuando observa el cielo y lo encuentra tapizado de un gris escueto que todavía lleva matices turquesas entre las nubes de anarajados negros, ella cree que la noche no tardará en llegar”. ¡PUM!, toma esto economía del lenguaje.

La novela de Urquiola es como el bordado de un traje de moreno: sobre el raso hay un diseño de jaguar. Cada lentejuela se sujeta con un hilo dorado, lleva encima una mostacilla diminuta y brillosa, el hilo prende ambos objetos pequeñísimos y repite la acción siguiendo la forma de la figura. Las cuatro historias se intercalan en dosis cortas pero laboriosamente construidas. El autor no teme por el peso que llegue a tener el traje, ese es asunto del lector.

Urquiola dijo en alguna entrevista que esta novela tiene algunos datos autobiográficos (¡cómo pega la autoficción en nuestros días, madre mía!), le toca a cada lector adivinar qué partes serán éstas, de todos modos pareciera no ser tan difícil porque el autor se encarga de dejarnos pistas para este juego. Por ejemplo uno de los personajes apellida Flores, luego está el interés por los felinos (ver primer párrafo) y lo más extraño: una foto, que a lo Valeria Luiselli, está en medio del libro como diciendo ¿dudas de esta historia lector incrédulo?. Causa todavía más asombro porque es la única foto y se trata del respaldo de un asiento de la flota “Trans San Lorenzo”. Aquí solo hay dos explicación posibles: o son los auspiciadores de la publicación o es nuestro origen filipino que nos impide entender qué hace esa foto ahí. Seguramente es lo último. 

Los niños filipinos recomendamos la lectura de “Reconstrucción”. No todos los autores bolivianos vienen importados, póngase el traje de veinte kilos y baile al son de una buena morenada.

NOTA.- Para fines posteriores dejamos en claro que respetamos la justicia comunitaria pero no el linchamiento. Chasquipampa de pie nunca de rodillas. 



Canción sugerida: In heaven - Pixies

No incluido en ningún disco oficial de la banda sino en Demos o lados B, In heaven fue originalmente escrita por David Lynch para la película Eraserhead. Hasta ahí la data histórica. Al momento de ser interpretada por los Pixies la canción adquiere significados diferentes, depende de quien la esté cantando. 

En la versión estudio, es Black Francis el que la interpreta: recatado y tímido al principio, a los gritos desaforados a medida que la canción agarra impulso. El clásico loud quiet loud. “In heaven everything is fine / you got a good thing / and I've got mine”. Francis lo repite tantas veces como su voz desgañitada le pemita; hay una atmósfera latente que la situación en el cielo no es tan estupenda, y puede ser que tú tengas tus cosas buenas, y yo las mías, pero no basta. Ni siquiera el estar juntos. Coronavirus para todos.

La versión en vivo ha sido interpretada por Kim Deal en un tono distinto. Habrá que hacer un paréntesis para mencionar acá, que los Pixies dejaron de existir como banda el día que la mítica bajista dejó la agrupación, lo que queda es una agrupación que hace covers de “Where is my Mind?”. Una vez mencionado esto sigamos con lo nuestro; en la versión de Deal, ella lo hace con una modulación relajada y suave -mientras Joey Santiago aporta unos fraseos de guitarra que parecen abrir las chirriantes puertas del cielo- el bajo se limita a mantener la base con el desgano propio de los muertos . Tú tienes tus cosas buenas y yo las mías, pero no importa, estamos muertos y lo último que hicimos en nuestra existencia fue estar encerrados en nuestras casas por seiscientos días. Buena vida. 

Escucha la versión de Black Francis aquí y la de Kim Deal acá.



Filosofía Sexy

Cuando la angustia de la muerte se hace tan presente y el fantasma del contagio nos está respirando en la nuca, parece que todos se ponen a pensar y escribir (cuando en realidad sería más útil un instructivo para hacer incineraciones caseras o desintegraciones con ácido a lo Breaking bad).


Ahí tenemos en menos de dos meses a: Zizek, Byung-Chul Han, Judith Butler, María Galindo y tantos otros escribiendo artículos a diestra y siniestra. Interesantes y profundos sí, pero parecen ser más fruto de la angustia y las exigencias de revistas y medios, que de reflexiones bien maceradas. Mal que bien son humanos y están tan azorados como cualquier otro mortal. Todo está pasando ahora mismo y no siempre se puede filosofar en tiempo real.

Ya lo decía Schopenhauer: “este es el peor de los mundos posibles y está lleno de sufrimiento”, solo que ahora se nota más.

En cualquier caso a modo de bálsamo que envenena les dejamos una charla (otra) sobre este gran filósofo resentido con la academia, la humanidad y todo lo que hay en este mundo excepto la música. Para hacerles la digestión más llevadera lo presenta Slaymen Bonilla, con el mar de fondo y esa tonada mexicana que activa muchas glándulas. AQUÍ


¿Qué nos depara el futuro? El mundo después de la cuarentena

No sabemos cuándo acabará esto, capaz no estemos para contarla. Capaz que sí. Lo cierto es que es inevitable cuestionarse qué será del mundo cuando termine esta cuarentena. ¿Adoptaremos alguna posición ecologista-pachamamanica férrea? ¿Habremos teñido poleras de múltiples colores de anilina con las leyendas “I love... earth, animals, gaia” o algún otro término inglés/quechua de nuestra elección? En la vereda contraria, ¿existirán muchas probabilidades que salgamos fornidos con un cuerpo esbelto y bien tonificado por los ejercicios que vamos haciendo cada día?. Lástima que la tienda de esteroides esté cerrada. 

O quizás, ¿saldremos con un conocimiento superior al que teníamos antes, gracias a los cursos online que hemos ido tomando todas las tardes? Es muy posible que para el fin de la cuarentena seamos expertos gastrónomos, diseñadores gráficos o intrépidos escritores. Sea cual sea la respuesta a estas preguntas, lo cierto es que el resultado será esplendoroso, un tiempo de dicha y armonía le espera a nuestro bien amado planeta. 

Obviamente no todo será luz, habrá un sector -muy reducido por cierto, nada comparado con usted- que no habrá aprovechado este tiempo de reflexión y búsqueda interna, gente inescrupulosa que ni siquiera resolvió un sudoku y se quedó en cama sin haber movido ni siquiera el meñique. Dislike. Tolerancia y paciencia con ellos; llegará el día en que venzamos a este virus, saldremos a las calles y nos abrazaremos cantando Resistiré a todo pulmón. Seremos los herederos de un nuevo mundo. La era de acuario está por comenzar.


Tips: ¿Cómo ser un emprendedor en tiempos del Covid-19?

Son muchos los estudios económicos que hablan sobre la profunda recesión que le espera -si es que no estamos inmersos ya- a nuestra sociedad. Desempleo, inflación y deterioro de la inversión privada son algunos de los grandes fantasmas que parecen esperarnos a la vuelta de la esquina.


Sobre este último punto queremos hablar, y es que esta cuarentena es un duro golpe para el sector emprendedor. No hay paquete económico que parezca salvarlo. Sin embargo el home office parece ser la respuesta que se estaba buscando. En ese sentido, van unos consejos para que ese débil emprendimiento no quede en el recuerdo:
  • Todos los empleados deben tener internet veinticuatro siete, el que no, es un analfabeto digital y no merece vivir. Despedido.
  • Planifique tres o cuatro reuniones diarias por zoom o meet, estas le permitirán saber la rutina de sus empleados. A qué hora se levantan, qué llevan puesto y lo más importante, cuántas horas de su día están pegados a la máquina. No olvide desactivar el micrófono de sus subalternos. Solo la cálida voz suya debe oírse.
  • Pídale al departamento de marketing que trabaje en un hashtag con mucha onda y acorde a esta situación de pandemia en la que vivimos. Sugerimos frases como: #IndustriasGomezTrabajaEnCasa  #EmpleadosFelicesEnIndustriasGomez  #TodosJuntosVamosAComprarEnIndustriasGomez. Pida a sus empleados que viralicen los mismos, no faltará el que buscará congraciarse con usted -el típico lamebotas- y hará todo lo que esté a su alcance para conseguir su beneplácito.
  • O confecciona barbijos o está fuera del mercado. Done el cinco por ciento de sus ingresos a comprar/confeccionar mascarillas e implementos médicos, asegúrese que las cámaras de los noticieros cubran el evento. Hable frente a ellas, mencione que todos juntos vamos a salir de este mal trago. Y de paso promocione el tercer hashtag sugerido en el inciso anterior.
  • Haga firmar a sus empleados compromisos de trabajar domingos y feriados una vez haya concluido la cuarentena. Todos tenemos que ponerle el hombro a la crisis y esa vacación suya a Miami no va a pagarse sola.
Luz en tu vida.


Comentarios

Entradas populares