Reseñas YMC. Apuntes de lectura sobre La ciudad imaginada
Por: Cristina Rentería Garita
Alberto
Chimal (Toluca, 1970) es una de las figuras de la literatura mexicana contemporánea
actual superando ya, desde hace mucho tiempo, el tilde de ser escritor de
literatura fantástica.
Las premisas fantásticas de los cuentos de Alberto Chimal en La ciudad imaginada (Yerbamala Cartonera, 2022) son limpias y claras, directas: si de una ciudad se borraran todos los elementos materiales que nos hacen distinguirla como tal, quedando solo las personas, ¿seguiría siendo una ciudad?; una transcripción de la China milenaria donde dos hermanos gemelos se esconden de lo que los hace vibrar; una mesa con la superficie de mar que ha de ser devuelta a la tienda para que se entregue a su comprador original.
Entender la premisa de las historias, como primer round, estaría ganado por el lector y he aquí está el trampantojo. Y bueno, ¿qué sigue? El segundo round, el de la revancha y el disfrute, el de entender que lo se ha leído ha fluido como el agua limpia en un claro. Eso no es normal ni común, como encontrar, justamente, agua limpia en un claro. El remate viene con la relectura. Ya sin el ansia de ver el final, la luz se proyecta en cada uno de los detalles de la narración, ahí se nota la fineza, la flexibilidad, la belleza del oficio. El bordado fino, finísimo y natural.
Siempre hay forma, no sólo en la presentación de la premisa, la historia o la anécdota, sino que esa forma también es mucho fondo: cambio de narrador, atmósfera, escenario. México es y vive, las realidades alternativas se funden sin fisuras. El resultado de esta combinación es una lectura tan fluida que concluimos 12 narraciones de un conjunto de microficciones de robots, o el periplo de un niño que descubre y usa su poder de hacerse invisible (personaje que podría inspirarse en el autor, dicho sea de paso). Otras veces, Chimal agarra flojito de la mano y nos va metiendo por túneles e intersticios hechos con palabras hasta dejarnos con la boca abierta con un cuento redondo como Parasitismo.
La ciudad imaginada son degustaciones con la calidad Alberto Chimal donde nos muestra no solo los malabares imposibles que sabe hacer con la palabra sino también, la imaginación deslumbrante que posee. Esto va más allá de un tilde, lo fantástico, para ser pura literatura, capaz de explorar en nosotros como conjunto de seres construyendo el mundo.
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